35. El tiempo de paz después de la muerte del Anticristo

Las tradiciones islámicas dicen que después de que 'Isa (Jesús) destruya al Anticristo (Ad-Dajjâl), llegará un tiempo de paz en la tierra. ¿Un tiempo de cuánto tiempo? Según las tradiciones (a menudo hadices), oscila entre siete días [1] y cuarenta años o más.

Sin embargo, existe una fuerte tentación de imaginar que antes de la venida de 'Isa (Jesús), habría años de un mundo ideal en la tierra, y que por lo tanto esta tierra ideal estaría al alcance (islámico) - y a punta de espada. En esta misma creencia mesiánica, el Mahdi desempeña un papel fundamental, como demuestra este hadiz: "[El Profeta (~) dijo:] El Mahdi estará entre los últimos miembros de mi comunidad. Alá hará que caiga una fuerte lluvia para él, la tierra producirá entonces vegetación, distribuirá el dinero [del tesoro] adecuadamente, los rebaños se multiplicarán, la comunidad se hará fuerte. Vivirá siete o nueve años" (partes tardías de las colecciones de Al-Bujârî y Muslim). O este otro hadiz: “El Mahdî es de mi ascendencia, tendrá la frente ancha y la nariz aguileña, llenará la tierra de equidad y justicia, con tanta diligencia como ha sido corrompida por las iniquidades y la opresión; reinará durante siete años” (Abû Dâwûd, al-Hâkim)[2].

Además, se especifica que el Mahdi vivirá durante un año junto a 'Isa; de este modo, anticipa la toma del mundo atribuida a 'Isa. El Mahdi es, pues, una figura de la victoria política del Islam. Es un sueño así -sin la referencia a Dios- que sirve para justificar los proyectos de los globalistas.

Muchos de estos globalistas están vinculados a sectas satánicas. Entonces, ¿cuál es el problema?

Hay personas que limitan la molestia del Anticristo, y esta es la voluntad de Dios. Sin embargo, no habrá ningún Mahdi, ni cristiano, ni musulmán, ni ningún otro, que tengan en común que pretenden establecer el paraíso en la tierra (y pueden creer en él), pero que en realidad están trabajando para establecer el poder mundial del Anticristo.

Para la fe cristiana, el tiempo de paz seguirá a la muerte del Anticristo, ¡y habrá menos cuanto más cerca esté! Esta paz no será simplemente una ausencia de animosidad, sino una plenitud, en la gracia del resplandor de la gloriosa Venida de Cristo Al-Masih. Se trata de un acontecimiento universal que trae consigo tanto el juicio del Anticristo Ad-Dajjâl (2 Tesalonicenses 2:3-12) como la vivificación de los justos (Hebreos 9:28). Las apariciones de Cristo resucitado dan una idea de ello, en el sentido de que se mostró en un "cuerpo glorioso". En el Día del Juicio, Jesús ('Isa) regresará en gloria para una "regeneración" (Mateo 19:28) y "restauración" (Hechos 3:21) cumpliendo el reino de Dios "en la tierra como en el cielo" (Mateo 6:10). "El que hace el bien llega a la luz" (Juan 3:21): en ese Día, no sólo los testigos de Jesús reinarán con él, sino también todos los que han rechazado el mal (Apocalipsis 19:4). Entonces los hombres, en la presencia espiritual y gloriosa de Cristo y de los santos que le acompañarán, se organizarán en lo que San Ireneo, hacia el año 200, llama el "reino de los justos", “el preludio de la incorruptibilidad, un reino por el que los que han sido juzgados dignos se acercarán gradualmente a Dios” [1]. Esto también se llama simbólicamente el séptimo día, antes del octavo día, que es la eternidad, cuando Cristo "entregará" el reino al Padre (1 Corintios 15:22-28).